13.1.1. Contaminación natural

No existe una definición científica exacta de la contaminación. La descripción más extendida lo utiliza como término legal o en función del uso, para definir unas condiciones que hacen inapropiado un medio para algún uso determinado. Desde el punto de vista ecológico, se refiere a un desequilibrio entre la entrada o producción y salida o descomposición de ciertos materiales del ecosistema (Margalef). Pero como se apreciará, no sólo la introducción de materia (compuestos químicos, residuos orgánicos, etc.) es fuente de contaminación, también lo es la energía, concretamente el aumento de la temperatura provocado por las diferentes actividades humanas, es un factor desestabilizador del ecosistema global.

En la Naturaleza se producen fenómenos de contaminación. Las emisiones volcánicas liberan gran cantidad de compuestos sulfurosos a la atmósfera, además de ceniza y la elevación de la temperatura en las cercanías. Por otro lado, un repentino aporte de materia orgánica en un río, por ejemplo, puede eutrofizar las aguas y producir unos efectos similares a los de un vertido humano. Sin embargo, estos episodios son puntuales. Nunca han superado ni en volumen ni en continuidad a la contaminación de origen antrópico. Los ecosistemas no son inmutables, llevan el cambio en si mismos y ante una alteración son capaces de recuperar la estabilidad, tan sólo necesitan tiempo para adaptarse. Pero los cambios provocados por el hombre, son tan rápidos y continuos que no se da opción a la recuperación.

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