El Cambio climático y el COP 26
En 1992, la ONU organizó en Río de Janeiro, un gran evento bajo el nombre de la Cumbre de la Tierra, en el que se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
En este tratado, que en la actualidad cuenta con 197 signatarios, las naciones acordaron “estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera” con el objeto de evitar la peligrosa interferencia de la actividad humana en el sistema climático.
En 1994 entró en vigor el tratado y desde entonces la ONU reúne cada año a casi todos los países del mundo en cumbres mundiales sobre el clima, conocidas como las “COP”o “Conferencia de las Partes”.
Debido al COVID-19, el año pasado no se pudo convocar; de ahí que este año celebremos en Glasgow la COP 26 - 26ª conferencia del clima, que es la mayor y más importante conferencia relacionada con el clima del planeta.
El cambio climático ha pasado de ser un incómodo problema a una emergencia mundial que amenaza la vida del planeta en las próximas tres décadas.
Urge poder limitar el calentamiento, el mundo necesita reducir a la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años. La meta es poder limitar el calentamiento por debajo de los dos grados centígrados (idealmente 1,5ºC).
Los bosques destacan en la agenda de la cumbre climática de Glasgow
Este año, los ojos del mundo estarán puestos en los políticos, jefes de Estado y las decenas de miles de empresas, activistas y ciudadanos que se reúnen en la ciudad escocesa de Glasgow para llegar a un acuerdo sobre cómo afrontar una crisis global que muchos consideran una amenaza existencial.
Un grupo conformado por más de 120 países (entre ellos España) han anunciado una ambiciosa iniciativa para detener la deforestación para el año 2030, facilitar políticas de comercio y desarrollo sostenible, rediseñar políticas para una agricultura sostenible y aumentar la financiación.
Los líderes prometen aumentar sus esfuerzos comunes para preservar los bosques y otros ecosistemas terrestres y acelerar su restauración, así como facilitar políticas de comercio y desarrollo sostenibles, tanto a nivel internacional como nacional.

Los Estados comprometidos, que abarcan desde el norte de Canadá a la República Democrática del Congo, suman una superficie de 33,6 millones de kilómetros cuadrados de bosques (85% de los bosques que hay en el planeta) pero que desaparecen a un ritmo de 27 campos de fútbol por minuto.
Aunque el pacto sobre la deforestación ha sido aplaudido alrededor del mundo, no todo es optimismo: los expertos advirtieron que un acuerdo similar firmado en 2014 “falló en su intento de detener la deforestación” y esos compromisos, ya adquiridos, deben cumplirse por el bien del planeta y de todos nosotros.
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Etiquetas: cambio climático, naturaleza, bosques, gestión forestal