
El espárrago verde tiene un alto contenido en vitaminas, glúcidos, minerales y proteínas.
Es una planta herbácea vivaz que produce tallos anuales de hasta 1,5 metros y turiones o partes comestibles de aspecto carnoso con una vida productiva de unos 7/8 años.
Los principales productores a nivel mundial son EEUU, Alemania, España, China y Perú.
El espárrago verde tiene el doble de vitaminas K, A y C que el espárrago blanco; estas vitaminas son antioxidantes y ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o el envejecimiento prematuro.
Desde la antigüedad
Ya en la antigüedad, los espárragos verdes (o trigueros) que encontramos en los márgenes de los caminos eran muy apreciados por los griegos y los romanos, los consumían por sus propiedades medicinales.
Los árabes fueron los que los introdujeron en la península ibérica y los tenían en gran consideración por sus propiedades organolépticas; los empleaban en jarabes y pócimas para tratar trastornos estomacales por sus propiedades diuréticas y laxantes. Así es, gracias al alto contenido de aminoácido asparagina, los espárragos pueden actuar como diuréticos naturales ayudando a eliminar líquidos y sales del cuerpo.
En definitiva se trata de un vegetal nutritivo y saludable consumido desde la antigüedad, por ello se recomienda su consumo en todas sus posibilidades culinarias como sopas, revueltos, tortillas, ensaladas, etc.
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