El origen de la mayor parte de los actuales problemas ecológicos se halla en el incremento de la población y de su consumo de energía.
Durante el último centenar de años, la población humana ha aumentado de manera acelerada, como consecuencia de los progresos científicos y tecnológicos. La esperanza de vida media ha aumentado al igual que se ha conducido a un aumento exponencial del uso de energía. Pero aún así, más que un problema cuantitativo, se trata de problemas cualitativos de disponibilidad de energía, alimentos e infraestructura (organización e información) los que son más preocupantes.