El metabolismo, con la producción de calor, es proporcional al volumen (L3) mientras que la pérdida de calor con el exterior guarda mejor proporcionalidad con la superficie (L2).
La organización de las plantas terrestres hace que pierdan mucho calor por evapotranspiración del agua. Pero si un animal, especialmente si es de mucha actividad, aumenta de tamaño, conservando su forma, el equilibrio térmico se desplaza y se acumula calor, hasta que se restablece un nuevo estadio estacionario que implicará un mayor flujo de calor. Este cambio se realiza a través de la piel. Por este motivo, los peces corpulentos (tiburones, atunes) y reptiles (serpientes, cocodrilos, tortugas) mantienen el cuerpo a temperatura sensiblemente más alta que la exterior.
La regulación de la temperatura por parte de los seres vivos siguen las siguientes reglas :
- Regla de Aellen: Los animales endotermos que habitan en los climas fríos suelen poseer extremidades más cortas (orejas, cola, patas, etc) que los animales que viven en climas más cálidos.
- Regla de Bergmann: se observó que cuando se comparan determinadas especies de animales endotermos que presentan diversas subespecies o razas geográficas o cuando se comparan especies diferentes pero próximas, lo más común es que los individuos que viven bajo temperaturas más altas sean más pequeños. La regla expresa una tendencia a mantener un equilibrio energético regulado por la relación superficie volumen. Cuando mayor sea esta relación más calor perderán por transpiración en relación a su volumen.