Los ecosistemas marinos de la zona presentan un nivel sencillo de organización. Mientras que el Ártico es una extensión de agua helada, la Antártida es un auténtico continente cubierto por una capa de hielo en su práctica totalidad (excepto el 2%). Esta capa puede alcanzar hasta 4 km de grosor. Es la zona más fría de la Tierra, llegándose a medir en el interior temperaturas de - 89 °C. Son característicos los vientos muy fuertes (hasta 300 km/h).
Los organismos que ocupan esta área se caracterizan por su simplicidad y fragilidad, lo más difundido son las comunidades microscópicas como, por ejemplo, algas unicelulares del tipo Chlamydomonas.
En las zonas costeras, de clima atemperado por la acción del océano se localizan líquenes, musgos y dos únicas especies de angiospermas. Se pueden encontrar insectos capaces de sobrevivir a -50°C por poseer una sustancia anticoagulante (glicerol) en sus líquidos corporales. En el mar se encuentran algunos crustáceos, algunas focas y ballenas. Entre las aves la más importante es el pingüino.

